Cuando no se tiene el capital necesario para iniciar un negocio, una opción es el crédito. Actualmente hay muchas opciones, se puede decir que casi todos los bancos tienen varios formatos de créditos para empresas Pymes, dependiendo lo que se busque. También hay créditos para empresas de nueva creación.
Antes de elegir alguna opción existen varios puntos que las empresas deben tomar en cuenta para seleccionar el mejor crédito:
1. Analizar sus necesidades financieras con base en una planeación que incluya estimados de ingresos y gastos. Identificar para qué necesito financiamiento: para activo fijo, capital de trabajo, etc.
Identificar cuánto dinero necesito. Se debe calcular las necesidades de efectivo con base a estimaciones que se realicen de forma conservadora. Se deben determinar los flujos de efectivo que generará el negocio y los gastos.
Identificar cuánto dinero necesito. Se debe calcular las necesidades de efectivo con base a estimaciones que se realicen de forma conservadora. Se deben determinar los flujos de efectivo que generará el negocio y los gastos.
El plazo del crédito, cuánto tiempo requiero para generar el flujo de efectivo necesario para liquidar el crédito o realizar pago de intereses.
En el caso de empresas en operación, es conveniente hacer un análisis financiero de su situación actual, para tomarlo de base para proyectar hacia donde quieren llevar a la empresa. Una vez identificado el objetivo que se quiere lograr, elaborar proyecciones con ayuda de un contador para cuantificar las necesidades de efectivo.
2. Analizar las diferentes opciones que tiene el mercado de créditos y seleccionar la que más se adapte a sus necesidades. Los puntos más importantes de analizar son: El importe máximo que otorgan, las garantías que solicitan para cubrir el pago del crédito, el aval, la tasa de interés y los plazos de pago. Este último tiene que ajustarse a los flujos que generará el nuevo proyecto.
3. Preparar la documentación que los bancos piden para solicitar el crédito, como son: acta constitutiva de la empresa, estados financieros (últimos dos años), plan de negocios y en algunos caso proyecciones durante la vigencia del crédito. Adicionalmente, la documentación personal de los socios y el aval: IFE, comprobante de domicilio, buró de crédito. Aval con bienes raíces y copia de las escrituras del bien raíz; normalmente las instituciones bancarias solicitan que el bien raíz que ampare el crédito, lo cubra en valor dos o tres veces.
4. Otra opción es buscar inversionistas que quieran invertir su dinero en tu negocio a cambio de un pago de utilidades que genere la empresa. Con esta opción tendrías un socio capitalista, la ventaja es que no tienes que realizar pagos del crédito, pero vas a compartir tu negocio con la persona que aporte el dinero, él o ella también serán dueños de la empresa en una parte proporcional, de acuerdo a su aportación en dinero. Un socio comparte las utilidades de acuerdo a la proporción de su inversión, pero también la toma de decisiones sobre los planes de la empresa.